La Serralada de Collserola es la frontera natural entre Barcelona y el Vallès, además de un gran pulmón verde de la Ciudad Condal. Uno de sus puertos es llamado Forat del vent, de 349 metros de altitud, que une el barrio de Horta con la población de Cerdanyola. Es un puerto de 4 km de longitud, con un desnivel medio del 5,6% y con desniveles máximos del 9%. Esta carretera suele tener poco tráfico, lo cual se agradece, y te da unas vistas de la ciudad de Barcelona muy bonitas con el mar como telón de fondo. La bajada del puerto de 6,9 km por su cara norte te lleva a la población de Cerdanyola, desde donde enlazaremos con la subida a Vallvidrera atravesando la bonita población de Sant Cugat del Vallès. Desde allí comenzaremos la ascensión de 8 km, con un desnivel medio del 4,4% y máximo del 9%. Esta zona destaca por la multitud de merenderos y restaurantes que la poblan y que impregnan el ambiente de un olor a carne a la brasa y calçots (cuando es temporada) muy característicos. Aquí ya se suele encontrar más tráfico rodado, aunque hay que decir que, en general, los vehículos suelen respetar mucho al ciclista.
Vallvidrera es el barrio de Barcelona situado a mayor altura, a unos 360 metros. Desde aquí tomaremos la carretera que lleva hasta el barrio de Sarrià-Sant Gervasi, aunque otra opción sería seguir subiendo hasta el parque de atracciones del Tibidabo y bajar a Barcelona por la carretera de la Rabassada. En esta ocasión y después de haber bajado unos metros cogeremos el desvío a la derecha que lleva a Molins de Rei. Esta carretera discurre en plena naturaleza y hace que te olvides de lo cerca que estás de la gran urbe. Después de unos kilómetros que van picando hacia arriba de forma suave pero constante llegas a la cima e inicias el descenso hacia Molins de Rei. Al llegar a la urbanización La Rierada giramos a la derecha siguiendo en todo momento la carretera principal. Aquí encontramos un par de sorpresas en forma de paredes de hasta el 18% que pondrán a prueba nuestras fuerzas y exigirán el uso de nuestra marcha más corta. Esta carretera nos llevará de nuevo hasta la carretera de Vallvidrera, a la altura de La Floresta, donde tomaremos el camino inverso de regreso a casa. La subida del Forat del Vent desde Cerdanyola es algo más larga que la cara contraria (6,9 km), pero con un desnivel medio más suave del 4%. A estas alturas de la salida se puede llegar a hacer bastante larga, aunque el desnivel medio tirando a bajo te permitirá subir de forma muy desahogada si así lo deseas. Llegada a la cima y rápida bajada por la carretera recién asfaltada hacia el barrio de Horta para dirigirnos a casa y dar por finalizada la salida.
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